Mi huésped…


Soy abogada, pero apenas salí de bachillerato como le dicen en mi país, ingresé en la Universidad Central de Venezuela, a través del C.N.U; Centro Nacional de Universidades, presenté la prueba y directo a la universidad, quedé en Sociología, hice seis semestres y por razones personales, no terminé mi carrera, dentro de la carrera ví sicología, carrera que por demás me apasiona, a pesar de que me gradué en derecho en esta misma Universidad, pues mi profesora, Maruja Armada, hablaba de las proyecciones, que si mal no recuerdo tienen que ver también con las fobias, verán, yo por ejemplo, uno de los insectos que no soporto es la cucaracha y si no, pregúntele a Martin, (nuestro amigo, El Mercader); pues según mi profesora, toda esta fobia, todo este asco, tiene que ver con frustraciones mal manejadas, con miedos, dudas, digamos que en palabras de Pablo y Silvio, los cantaautores cubanos, con ese saco de recuerdos que de vez en cuando aflora, saben a lo que me refiero verdad?.

Por otro lado, esas proyecciones también las podemos ver, en los casos en que una persona no nos cae bien, o nos cae gorda, o mal, pues según la sicología puede tener que ver con experiencias pasadas con otras personas, con las cuales hemos tenido rollos, y esta nueva, que se nos presenta y que dicho sea de paso no tiene nada que ver con el asunto, tiene algo de aquélla con la que si lo hemos tenido, por ejemplo, usa el mismo perfume, tiene el mismo timbre de voz, la misma forma de vestir, claro en esto también tiene que ver la química, cosa que no excluyo para nada, pues somos energía, pero digamos que es una de las razones, muy válida para mi, por cierto. 

A esto yo le llamo jugadas de la mente, esta cosa que tenemos dentro, este motor, este robot, este otro yo, este huésped que nos hostiga, nos persigue, este otro ser que a veces nos atormenta y que si no sabemos parar, controlar, logra infinitas veces controlarnos, bien es sabido que usandola inteligentemente se convierte en un aliado, pero pobre de nosotros si nos hacemos sus esclavos, logra hacer con nuestras vidas lo que le place. Por ejemplo, la mente suele asociar circunstancias, hechos, es decir, si una vez te ocurrió algo, dadas tales o cuales circunstancias   y en un mismo ámbito, espacio, hora, persona, objetos; la mente automáticamente, la relaciona y deduce, saca conclusiones y hasta da por hecho un determinado resultado, que ojo, no necesariamente tiene por que ser ese, de alli, la necesidad de confrontar, más no de suponer y si a eso se añade la falta de confianza, en una persona, llámese pareja, familiar etc, la jugada es peor.

No necesariamente si algo nos ocurrió bajo determinadas condiciones tiene por que ocurrirnos de nuevo, pareciera que debemos resetearnos cada cierto tiempo, o dicho en otros términos, limpiar con cierta frecuencia la maleza, esa que a veces no nos deja ver la realidad, pareciera que nuestra mente toma ciertos hechos, los deja allí fijos, los graba y cual sucio en el cristal no permite que entre la claridad del día.

Según he leído, valdría para esto, convertirnos en testigos de nuestra mente, observarla para así saber cómo y en qué momento intenta perturbarnos, controlarnos y generar en nosotros sentimientos incómodos, sustituír sentimientos negativos por positivos y un sin fin de recomendaciones, es cuestión de intentarlo, y a ustedes les ha pasado? y si es así, logran controlarla? qué hacen con su gran y poderoso huésped?, creo que a partir de hoy lo pongo a cortar la maleza, no les parece?

ZOE.

2 respuestas to “Mi huésped…”

  1. Que bonito te quedo tu blog, y pues si muy cierto sabes, uno conduce a un huesped, habra que ver tambien como somos como anfitriones.

    • Excelente tu comentario, a través de él adverti, que realmente no solo dependemos de nuestro huésped, sino como bien lo dices tu, de cómo es el anfitrión, de qué se plantee, de cómo se lo plantee y de si útiliza o no a su huésped para lograrlo y de allí que si, que podemos plantearle a nuestra mente lo siguiente:

      Plantearle objetivos; los objetivos son mensajes que enviamos a nuestra mente para que consciente e inconscientemente se ponga a trabajar en función de ellos.

      – Qué quiero,

      – Qué espero de mi mismo,

      – Qué debo hacer realmente para conseguirlo, (actuar); visualizar mis objetivos también es una buena herramienta, dibujarlos y colocarlos en un sitio de nuestra habitación donde podamos verlos todos los días. Los objetivos son como imánes, nos atraen hacia ellos.
      Cuando escribamos un objetivo empeñemos toda nuestra mente y nuestro ser en conseguirlo.

      Pensar y actuar.

      Gracias por tus comentarios!!!!

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